Cine, Talent to Watch

Be Cannes, Rewind

April 25, 2020

Por: Jurek Jablonicky

Poster oficial de la 70 edición del Festival de Cine Cannes.

Los cinéfilos de todo el mundo centran su atención en la Riviera Francesa en mayo cuando el festival de cine más prestigioso del mundo comienza en Cannes. El Festival de Cannes es uno de los honores más grandes que existe en la industria cinematográfica, para mí no hay nada supere este festival. Al haber tenido la oportunidad de experimentar este evento colosal no solo lleno mis expectativas, sino que las supero. Y mas que tuve la dicha de estar acompañado por mi alma gemela, en una ocasión, y en otra con mis colegas que se han convertido en familia, fue una experiencia inolvidable. Desde que aterrizás en Niza puedes respirar el cine, la reverencia histórica se siente en las venas, su glamour esta en cada rincón. Este año después de mucha resistencia, Thierry Fremaux, director del Festival de Cannes anunció que el festival no podrá ser llevado a cabo ni en Mayo ni a fínales de verano como habían propuesto. Los festivales categoría “A” como Cannes, Berlinale, Venecia, Karlovy Vary, Sundance, Toronto, entre otros van a tener que buscar otra manera de ser efectivos en estos tiempos de pandemia. 

 La historia del festival es exuberante, llena de interesantes narrativas cinematográficas y sociopolíticas. Es un evento que ha celebrado lo mejor del cine y ha funcionado como plataforma de lanzamiento para artistas emergentes del mundo cinematográfico. En la lista de ganadores de la Palma de Oro incluyen películas que son denominada como las mejores de la historia.

Con la edición de este año del festival siendo cancelada, pensé que sería un buen momento para volver a visitar el pasado y elegir a nuestros ganadores favoritos de Cannes de todos los tiempos. Esta tarea no ha sido fácil ya que hay demasiadas obras maestras por escoger, estas son las mejores en mi opinión:

 20. Amour de Michael Haneke (2012)

El cineasta austríaco Michael Haneke con su Palma de Oro en Cannes

Al autor austriaco Michael Haneke siempre le ha gustado satisfacer su paladar con una historia tragica, pero el ganador del Palme de Oro en 2012 dejó su huella en esta obra que se centra en la miseria del humano. Denominada como una “tragedia romántica”, la película arranca con la muerte de una anciana y, luego nos detalla los eventos para hacernos comprender el por qué de lo sucedido. 

Protagonizada por las auténticas leyendas cinematográficas Jean-Louis Trintignant, Emmanuelle Riva e Isabelle Huppert, “Amour” es una historia de amor que cuenta con sus propios ritmos distintivos, y comienza cuando todo el brillo se ha ido. ¿Qué queda entonces? Haneke y sus estrellas se esforzaron para obtener ese desenlace inevitable y desgarrador. Logran exitosamente proporcionar todas los matices que una unión longeva puede llegar a tener. Esta obra deja una herida profunda al ser tan realista y honesta; una verdadera tragedia romantica.

19. Viridiana de Luis Buñuel (1961)

Viridiana

 La única película española que hasta el día de hoy ha ganado el máximo galardón, lográndolo a pesar de la controversia que ocasionó. Tal es el caso de la obra maestra de Luis Buñuel. El maestro surrealista dirige su atención a una novicia cuyo plan para tomar sus votos se complica por una invitación formal de su tío, el cual tiene un plan macabro para ella. un hombre que ve en su sobrina un parecido con su esposa difunta. Lo que ocurre después es escandaloso, pero digno de admirar, ya que a Buñuel se le conocía como un gran visionario.

18. The Pianist de Roman Polanski (2001)

Una de las mejores películas basadas en el Holocausto y punto. ¿Cuántos cineastas del talento de Roman Polanski sobrevivieron el holocausto? Aunque sigue siendo una figura polémica para muchos en Hollywood, la emoción y la humanidad en “El Pianista” fueron suficientes para exaltar el juicio artístico del director. Pero no fueron solo los esfuerzos de Polanski lo que hizo que la película fuera tan extraordinaria, sino que presentó el talento monumental del futuro ganador del Oscar, Adrien Brody, que nos brindó una actuación sublime como el músico judío polaco, Władysław Szpilman. La obra resonó tanto que en la ceremonia de los premios Oscar del 2003, Polanski fue ovacionado aún estando ausente de la gala. Tal es el poder de “The Pianist.”

17.  Black Orpheus de Marcel Camus (1959)

 Un gran éxito del cine francés en general y de Marcel Camus en particular, ya que termina siendo la única obra cinematográfica memorable de este director.
Esta película hace alusión al mito griego de Orfeo y Eurídice. La historia se desarolla en Río de Janeiro al ritmo de la samba, las favelas y el carnaval; dónde la música es perturbante, pero vibrante a la misma vez. Una obra maestra que conserva su frescura hasta el día de hoy.

16. Paris, Texas de Wim Wenders (1984)

Wim Wenders recibiendo la Palma de Oro por Paris, Texas
(Getty Images)

Desde que tengo conocimiento sobre cine he pensado que lo más fundamental siempre ha sido el poder de la imagen, al final, en eso se basa el cine. Siempre la he defendido, por encima de la palabra o la música. Cuando miras la pelicula París, Texas no importa nada, excepto lo que sientes al verla; porque al final lo que importa en el cine se trata sobre eso, los sentimientos que provoca en nosotros como seres humanos. Eso es arte.
París, Texas es sencilla, no tiene planos grandiosos ni un guión propio de un absoluto experto en el tema. Como ya he mencionado no importa lo demás, pero allí es donde radica su importancia. Esta obra hace desbordar los sentimientos, no necesita ser adornada con nada más, la sencillez lo es todo, el amor lo es todo, porque el amor puede hacernos perder la razón. Una obra maestra tal cual.

 15. The Cranes Are Flying de Mikhail Kalatozov (1958)

Martine Carol y Gina Lollobrigida entregando el diploma de la Palma de Oro a Tatiana Samoilova en Cannes, 20 de mayo del 1958 (Getty Images)

En esta obra el dominio de la cámara es impecable. El lenguaje cinematográfico que se presenta es de lo mejor jamás mostrado en la historia del cine. La cámara, la dinámica, la travesía, todo se mueve apasionadamente para captar a los personajes dominando el enfoque de toda la escena, por encima del guión o la interpretación. La fotografía es el encuadre y los movimientos de la cámara la que domina la obra, siendo capaz de narrar por sí misma las sensaciones que se desprenden de la historia a traves de su caracter coreográfico. La interpretación que realiza la increíble Tatyana Samojlova es, de igual manera, conmovedora y sublime. Una obra perfecta en el aspecto emocional y técnico.

14. Il Gattopardo de Luchinno Visconti (1968)

 La primera vez que la vi me invadió una sensación extraña. No entendía el porque de la pasividad mostrada por el personaje de Burt Lancaster. No concibo como podían vivir ajenos a los cambios, como podían pensar que nada iba a cambiar. Ahora me doy cuenta que estaba equivocado. Si que eran conscientes de lo que se avecinaba. Cada vez entiendo más el motivo de ese comportamiento, y la causa de ese baile. Siento que no podría haber sido de otra manera. La decadencia de una clase social nunca tuvo un exponente tan hermoso. Es el mismo sentimiento que muchos tendremos después de la pandemia.

13. Taste of Cherry de Abbas Kiarostami (1997)

 Hay algo acerca de los cortes entrelazados del director Kiarostami entre primeros planos y las tomas descomunales de paisajes que provoca un hechizo innegable sobre el espectador. La obra está protagonizada por Homayoun Ershadi, y trata sobre un hombre que viaja por la ciudad de Teheran buscando a una persona que acceda a enterrarlo debajo de un árbol de cerezo después de suicidarse. El enfoque coloca al personaje principal de Kiarostami bajo un lente microscópico mientras el espectador analiza sus movimientos en busca de respuestas. Es un retrato de la reflexión humana como nunca antes se ha visto. Kiarostami es Dios.

12. The Umbrellas of Cherbourg de Jacques Demy (1964)

Cannes, 13 de mayo, 1964. Promoción de la película ‘Les Parapluies de Cherbourg’ (Getty Images)

Uno de los musicales más influyentes que se ha realizado, esta obra de Jacques Demy no solo tuvo éxito en Cannes, también recibió cinco nominaciones al Oscar, tres de las cuales fueron otorgadas por su música. Un drama romántico para las edades, “The Umbrellas of Cherbourg” también tiene la rara distinción de ser tanto un deleite visual como musical. Una obra maestra que mereció más, pero que siempre servirá como ejemplo de que la música es una prueba irrefutable de que puede ser el motor perfecto para contar historias. Fabulosa. 

11. The Third Man de Carol Reed (1949)

Orson Welles interpreta a Harry Lime (Rialto Pictures/Studiocanal/via AP)

Poco queda por decir sobre ‘El Tercer Hombre’ que no aparezca en libros de cine y blogs de crítica. Todos destacamos la impresionante banda sonora dirigida por Antón Karas, la fotografía alucinante y la potente aparición en pantalla de Orson Welles. De igual manera, es innegable el manejo del suspenso por parte de Carol Reed, que logra mantener entretenido al espectador durante la brevedad de la historia utilizando el humor negro. Sin embargo, lo que más se puede destacar de esta película es el deseo recurrente de querer volver a verla gracias al sentimiento de nostalgia que nos provoca con sus personajes.

 10. Farewell My Concubine de Chen Kaige (1993)

Hipnótica…es la palabra que utilizaría para describir la magnitud de esta obra. Me parece imposible llegar a realizar una película de este calibre, sin embargo, existe. Consiste en que todos y cada uno de los elementos que componen el film sean absolutamente perfectos, sin el mas mínimo error. Es tan perfecta que no te crees que esto pueda ser una película, hasta que realmente lo notas. Esta obra es el séptimo arte llevado a su máxima expresión. Nunca he visto unas interpretaciones que lograrán expresar con tan pocas palabras. Nunca he visto una dirección tan extremadamente meticulosa. Jamás he visto una puesta en escena tan extraordinaria y a la vez tan sutil… Es una película perfecta en todos los sentidos.

 9.   Parasite de Bong Joon Ho (2019)

Bong Joon Ho celebra con el actor, Song Kang-ho tras recibir la Palma de Oro en la 72 edición del Festival de Cine Cannes (AFP pic)

La ganadora de la última edición del Festival tenía que estar en la lista, ¡Qué grande es el cine! El trabajo arduo de un equipo de trabajo y las ansias por la espera para poder ser reconocidos por su logro artístico. Eso sintió el elenco y todos los involucrados en el proyecto de “Parasite.” Durante la ceremonia de los Oscar, todos tuvieron sensaciones de tensión, nerviosismo, y ansiedad, pero lo vivieron juntos. Después, experimentaron un sentido de alivio y felicidad. La última película de Bong Joon-ho transmite todo eso y lo hace con una sucesión de giros argumentales, que sin embargo, funcionan a la perfección. Parece casi un milagro. Este genio coreano mantiene al espectador pegado a la pantalla sosteniendo todo el argumento hasta las últimas consecuencias con una facilidad envidiable. Pero no solo basta tener un guión perfecto y un director espectacular, sino que contaba con actores de primer nivel y un elenco que estaba a su altura. “Parasite” logro hacer historia cuando se convirtió en la primera película asiática en ganar Mejor Película en los Premios de la Academia.

8.   Blue is the Warmest Color de Abdellatif Kechiche (2013)

Por primera vez en la historia la Palma de Oro se compartió entre el director y sus actrices. Desde que ganó en Cannes, esta película no ha hecho más que despertar pasión y polémica. Es comprensible, pero la controversia era algo imposible de evitar con esta película. Las masas se escandalizaron por sus escenas sexuales explícitas y prolongadas.  Estoy convencido de que los métodos que utilizó Kechiche han sido duros, pero la película es una obra maestra. Una película diferente, arriesgada, emotiva, sensible, erótica, romántica, dramática… una película insólita. Un estudio profundo sobre la juventud de una chica insegura y que duda de muchos aspectos de su vida. La cinta comprende la vida de la joven desde los quince hasta los veintipocos años. Durante ese periodo, miramos cómo Adèle evoluciona; el camino será difícil, pero habrán momentos felices. En mi vida había visto una película que contara tantas cosas acerca de su personaje. El mérito lo tiene Adèle Exarchopoulos, que realiza una interpretación sobrehumana. Con cada expresión, con cada gesto, con cada mirada, sabemos perfectamente lo que siente. De igual manera es destacable el trabajo de Léa Seydoux, que es maravillosa en su papel, y crea un personaje digno de recordar.

 7.   Kagemusha de Akira Kurosawa (1980)

Kurosawa en Cannes 1980. (Jadran Lazic)

Esta película es algo que se ausenta de los márgenes del cine para convertirse en una obra artística “total”. Con esto, quiero decir que todo alcanza tal perfección: la fotografía, el guión, los actores, los diálogos, el ritmo, la escenografía, los interiores, la música, la coreografía… parece mentira ver todo agrupado junto, con tal precisión, en una sola película. Hay grandes películas que bordan varios de estos aspectos, pero muy pocas logran abarcar todo. Para mi, es la mejor película de Kurosawa dentro de una filmografía repleta de obras maestras.

6.   Secrets and Lies de Mike Leigh (1996)

Realmente no hay palabras para describir la intensidad emocional que provoca esta película. Pienso que en ninguna otra película he derramado tantas lagrimas. A mi juicio ese es su mayor merito, la increíble pericia y sensibilidad para emocionarnos en lo más profundo. Y todo ello, sin más armas que una buena historia transitada por unos personajes entrañables. Los personajes, que como casi todos nosotros,  esconden unas heridas profundas, cuyo último destino -no podría ser de otra manera- es remontarse al hoyo de la vergüenza y la culpa para finalmente, poder salir a la luz. A traves de la exteriorización es donde se encuentra la llave de la curación. Y a la postre, también del perdón.

5.   Dancer in the Dark de Lars Von Trier (2000)

Björk en Cannes, año 2000.

 Sí. Porque sostengo haber encontrado sobradamente todas las alabanzas técnicas y artísticas referidas hacia este film. Sí. Porque ya se ha expresado que hay un antes y un después cinematográfico después de “Bailar en la Oscuridad.”
Desde las entrañas pues, porque me resulta muy difícil pensar en términos de planos, secuencias, iluminación, montaje, expresividad, ritmo, narración, guión… música, cuando muy pocas historias me han golpeado con tanta violencia. Pocas veces la música en una película ha dejado de ser tal cosa para trascender a un estado que va infinitamente más allá de la mera etiqueta de “banda sonora” o “género musical.”
Björk, ese ser prodigioso que dicen que llegó de los cielos, vino, vio y venció. Ella lo eclipsó todo y se marchó con su majestuosa e inconcebible interpretación, con su música (o ese “algo más allá”) a su particular universo celeste.
Desde las entrañas, porque se me nubla la cabeza tratando de recordar el final sin que algo se me retuerza por dentro.

4.   The Tree of Life de Terrence malick (2011)

Una obra contada como un poema, un poema visual utilizando la luz. Siempre aparece un elemento de espiritualidad en el trabajo de Terrence Malick, junto con la conciencia de que la existencia humana es una especificación del atardecer en la vasta extensión del universo. Es un tema explorado descaradamente en esta película, que incluye escenas que involucran a la creación del universo, pero se expresa mejor en los momentos efímeros que Malick presenta. Dicho esto, logra crear el retrato de una familia en una lucha interminable entre la vida y la muerte, la luz y la oscuridad, la destrucción y la gracia. “El Árbol de la Vida” presenta una visión cósmica de la vida, el universo y todo. Una obra grandiosa.

 3.   4 Months, 3 Weeks and 2 Days de Cristian Mungiu (2006)

Dice mucho que esta película haya ganado la Palma de Oro el mismo año que “No Country for Old Men”, “Zodiac”, “Secret Sunshine”, “Luz Silenciosa” y “The Diving Bell and the Butterfly ” se estrenaran en Cannes, sin quejas de nadie. La devastadora película de Cristian Mungiu sobre el aborto anunció la llegada de la nueva ola rumana al mundo de una manera que ni siquiera “La Muerte del Señor Lăzărescu” o “12:08 al Este de Bucarest” lo pudieron hacer. La obra reveló al regimen comunista y opresivo de Nicolae Ceaușescu, que continuó haciendo eco casi dos décadas después de la muerte del dictador. El triunfo de la obra en Cannes fue particularmente importante ya que no la nominaron al Oscar, hecho que todavía duele tras una década.

2.   Taxi Driver de Martin Scorsese (1976)

Martin Scorsese, Jodie Foster y Robert DeNiro.

Auténticamente Scorsese, valga la redundancia. Este filme nos prepara para enfrentar la violencia y la locura de una manera incómoda, sangrienta y contradictoria al final. Es un final polémico, el tipo que impulsa conversaciónes entre cinéfilos y desagrada a los espectadores. Sin embargo, más de 40 años después, este retrato oscuro y retorcido de un psicópata no es simplemente una joya del Criterion Collection, sino un clásico del cine americano. La obra permanece siendo citada una y otra vez. No hay ningún filme en la historia del cine que tenga algo parecido al legado ocupado por “Taxi Driver”.

  1.   La Dolce Vita de Federico Fellini (1960)

Federico Fellini tras recibir la Palma de Oro en el Festival de Cannes 1960, junto a las actrices, Shelly Winter y Nicole Courcel (AP Photo/Wehrle)

 La Dolce Vita es todo lo que Cannes representa, la obra maestra de Federico Fellini es una exuberante historia sobre la búsqueda de la dulce vida en el transcurso de solo siete días en Roma. La obra de Fellini no solo fue un éxito masivo, sino que el tambien dejo su selló como uno de los mejores cineastas de la historia. Una obra que le regaló al mundo una moda audaz y unas frases inolvidables para generaciones futuras. La obra nos hizo la siguiente pregunta: ¿El personaje de Marcello Mastroianni pasa preguntándose si quiere divertirse o quiere hacer algo significativo con su vida? Esa pregunta siempre estará vigente. No obstante, Fellini lo hace con tanto estilo y placer que a uno se le olvida lo que esta preguntando. Así como el festival en sí, que deja su marca todos los años, esta es una de las obras mas emblemáticas del Festival. Una obra de arte que cambió y que marcó un antes y un después, que cambió la percepción del mundo hacia el séptimo arte.


Esta es mi selección entre las 73 películas que han ganado la Palma de Oro. Me dio mucha lastima no poder incluir “Uncle Boonme Who Can Recall Past Lives” de Apichatpong Weerasathakul por el amor que le tengo al filme. De igual manera, no pude incluir en la lista a “Rosetta” de los hermanos Dardennes; lo impresionante de sus obras es la naturalidad de sus personajes y sus guiones, sencillos, pero llenos de emoción.

Esta lista es plenamente subjetiva, aunque será muy difícil argumentar la calidad de las obras mencionadas anteriormente. Ya que la edición de este año en Cannes ha sido cancelada lo mejor que podemos hacer es recordar y honrar el cine asombroso que nos ha dejado este festival a través de los años. Por último, les dejo unas fotos de mi experiencia en este festival, y se que pronto resplandecerá con mas fuerza que nunca, al igual que nosotros.

Conoce más recomendaciones en: @jurekjablonicky

Thanks for
reading,

Share This